El libro aborda el tema de la dirección de las operaciones militares durante el conflicto armado, para dilucidar si su «acontecer operacional» es una mera continuación de la política, cuando pone en juego sus medios más graves o, por el contrario, introduce una nueva lógica en el devenir de lo político, que no podría manejarlo conforme a los parámetros de una razón instrumental.
El libro comienza analizando la obra de Clausewitz, en cuyo núcleo late un nuevo nivel de dirección, bautizado un siglo más tarde como «operacional», encargado de conducir como un todo las operaciones militares de un determinado teatro. A continuación afronta la evolución de este concepto en el pensamiento militar contemporáneo: desde las teorías soviéticas fundadoras del arte operacional, pasando por el análisis de sistemas de la guerra de Vietnam, la teoría del «air-land battle», o la revolución en los asuntos militares, entre otras; hasta las más actuales de conducción del conflicto asimétrico.
Este recorrido evidencia que, cuánto más auténtica es la complejidad que desafía a la conducción operacional, más se aproxima éste a una racionalidad autónoma que incorpora sus propios fines. El conflicto no es un «continuum»; la «ruptura de hostilidades» introduce una nueva lógica, de carácter instituyente, que aconseja la sustitución del «paradigma instrumental» de relación político-militar, por otro de carácter «simbiótico», en el que la lógica política no «dicta» pero sí «domina» a través de la «intermediación» estratégica.