En 2019 se cumplieron 10 años desde el comienzo de la estrategia del Mercado Único Digital impulsada por la Unión Europea. En 2009, Mario Monti diseñó un plan para adaptar la legislación comunitaria al nuevo entorno digital durante la década 2010-2020, cuyo potencial económico se estimó en 500.000.000.000 euros. Como parte de esta estrategia integral, se han promulgado Directivas y Reglamentos con un impacto directo en la explotación del Mercado Digital en la Unión Europea, y se han reforzado e introducido nuevos bienes jurídicos dignos de protección, nacidos a raíz de la revolución digital.
La Comisión Europea y el Parlamento han dictado en una década más de 30 disposiciones, que afectan de forma directa a las operaciones que empresas y consumidores realizan a través de internet. Este trabajo reseña más de 15 normas individualmente (suministro de contenidos digitales, neutralidad de la red, geoblocking, portabilidad de contenidos, propiedad intelectual, protección de datos, libre circulación de datos no personales, Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas
), además de referencias a disposiciones de lege ferenda, Comunicaciones y Propuestas, como las de ePrivacy, blockchain o robótica e inteligencia artificial, imprescindibles para la culminación del Mercado Único Digital en el corto y medio plazo.
Creemos que existe una línea común que conecta a todas ellas: colocar al ciudadano (frecuentemente, consumidor y usuario en el entorno en línea) en el centro de la acción legislativa. Este trabajo persigue no solo sintetizar en una única obra el análisis de las principales normas de toda una época, sino también, radiografiar sus efectos desde la óptica del usuario común. La revolución digital del Siglo XXI deberá traer consigo un progreso en derechos para el conjunto de la ciudadanía o, de lo contrario, no será verdadero progreso.