1ª edición, Enero 2008
Editorial COMARES
SINOPSIS
«[] Los hombres no serán iguales más que el día en que sean inmortales. Porque, cuando sean inmortales, serán dioses, y sólo los dioses son iguales entre sí»
(ALEXANDRE DUMAS, Memoires d’un médecin, 1846)
El objetivo de política legislativa que justifica la reciente promulgación de la fulgurante y trascendental Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres [BOE de 23 de marzo, que entraba en vigor en su conjunto y con una sola excepción al día siguiente de su publicación, LOIM en adelante], pertenece decididamente al último estadio conocido de la acción pública de la sociedad democrática avanzada en favor de la igualdad de la mujer: la promoción de la igualdad real o efectiva de mujeres y hombres, en la medida en que «el pleno reconocimiento de la igualdad formal ante la ley, aun habiendo comportado, sin duda, un paso decisivo, ha resultado ser insuficiente» [exposición de motivos].