El tema argumental de este estudio es la llamada «doctrina de los propios actos». Probablemente ningún otro aforismo como éste, según el cual «nadie puede ir válidamente contra sus propios actos», habrá sido tan reiteradamente utilizado como argumento que quería ser decisivo en los debates forenses sobre las más diversas cuestiones y tan reiteradamente recogido en las decisiones de los Tribunales.
Y, sin embargo, si somos sinceros, tendremos que confesar que pocas reglas de derecho poseen una vaguedad y una falta de concreción tan grandes, hasta el punto de que es posible decir que su aplicación o inaplicación se fundan, la mayor parte de las veces, en convicciones intuitivamente formadas.
El subtítulo de esta obra -«Un estudio sobre la jurisprudencia del Tribunal Supremo»- quiere subrayar, de la manera más expresiva, una convicción y un propósito. La convicción consiste en que la jurisprudencia del Tribunal Supremo constituye probablemente una de las fuentes más fructíferas para el conocimiento y para el aprendizaje del Derecho Privado.