La discriminación que ha sufrido la mujer desde los albores de la Humanidad ha enraizado con especial virulencia en el ámbito de las relaciones laborales, tal vez el último y más importante reducto ene l que se «enrocan» los diferentes modos de desigualdad.
El Derecho, entendido como sistema de reglas jurídicas, es, bien visto, el mejor instrumento de transformación de la realidad, por tanto, una herramienta magnífica para combatir las más variopintas situaciones en las que se reproducen los tratos discriminatorios por razón de sexo.
En este sentido, esta obra no puede ser más oportuna. Primero, porque pretende enfocar la materia (tras el análisis de los modelos normativos, la doctrina y la jurisprudencia), ofreciendo soluciones prácticas para numerosos problemas que se resisten al cambio, a veces -incluso., con cobertura legal.
En segundo lugar porque, atendiendo al amplio espectro de autores, su perfil académico o profesional y, además, al país desde el que aborda la diferente problemática, ofrece una amplia y riquísima panorámica de una materia que forzosamente habrá de seguir ocupando la atención de los juristas.