En el siglo XXI, Beethoven es un icono de la música clásica. Ha adquirido una dimensión global, resultante de un complejo proceso de recepción y transferencia cultural que se ha prolongado a lo largo de más de dos siglos. Cada país, cada ciudad e incluso cada uno de los diferentes ámbitos sociales en los que se ha tocado, estudiado y escuchado su música -por obligación o por placer, de forma despreocupada o con veneración- han contribuido a crear una imagen múltiple del compositor, condicionada por la actuación de agentes mediadores locales y por las características de las prácticas musicales autóctonas, así como por discursos ideológicos de diversa índole. Desde esta perspectiva y tomando como referencia la Península Ibérica, los estudios de caso contenidos en este volumen examinan el proceso de difusión de la figura y la música de Beethoven y contribuyen a la mejor comprensión de los motivos por los que, hoy en día, sigue siendo el autor más programado en las salas de concierto.