Tenencia, Catastro y prosperidad
La delimitación de un espacio sobre el que ejercer unos derechos, para el aprovechamiento privado o comunitario de sus recursos naturales, ha sido una constante en la Historia. Ahora bien, el territorio es limitado y no reproducible, aunque si reconvertible, por lo que hay que establecer mecanismos que permitan la concreción de los derechos que se estipulen, con objeto de publicitarlos y defenderlos, en aras de buscar un desarrollo socioeconómico familiar respetuoso con el medio ambiente y con el resto de la sociedad que es quien, en última instancia, se beneficia.
El Catastro y el Registro de la Propiedad son instituciones consolidadas en todos los países, que ocasionalmente han visto diluido su potencial por el uso o abuso de sus datos. Desde hace unos años las nuevas tecnologías, la capacitación de sus profesionales y el conocimiento de su potencial las están valorizando; incrementándose los esfuerzos en mejorar su funcionamiento y en buscar una coordinación interinstitucional eficiente.
Las Directrices Voluntarias sobre la Gobernanza de la Tenencia, impulsadas por una institución de reconocido prestigio como es la FAO, encuentran en los catastros sus aliados naturales para favorecer su implantación, desarrollo, consolidación y, lo que en este ámbito es muy importante, un adecuado mantenimiento y explotación plural de los datos georreferenciados; fortaleciendo la confianza que reclaman estas actuaciones e incrementando exponencialmente sus utilidades: catastro multiprovechoso.
Todos debemos ser conscientes de la oportunidad que se presenta, y favorecer las sinergias para lograr una prosperidad real, articulada sobre la base de una información fiable que permita la correcta gestión del territorio por parte de un Estado que lo conoce a través de los datos catastrales; logrando un equilibrio sostenible con el aprovechamiento racional de los recursos naturales, mediante el reconocimiento y defensa registral de los derechos, deberes y limitaciones que se establezcan; potenciando el asentamiento de familias necesitadas, y la protección de las comunidades y poblaciones nativas en sus territorios ancestrales.