Creador de una nueva antropología política y uno de los etnógrafos más originales de esta época, Pierre Clastres propuso una forma revolucionaria de comprender no sólo a las desdeñadas tribus salvajes de América, sino a la historia en general: los pueblos primitivos luchan contra el Estado, contra el poder único, y por lo tanto contra la explotación y la coerción que ejerce una clase privilegiada. “La historia de los pueblos que tienen una historia es, se dice, la historia de la lucha de clases. La historia de los pueblos sin historia es, diremos con igual grado de verdad, la historia de su lucha contra el Estado”.
Desde la demografía hasta la poesía, este libro ya clásico cuestiona las ideas establecidas sobre la civilización y la naturaleza humana.