La historia moderna y contemporánea está marcada por la intervención de las masas populares en la vida política. Sin embargo, no son muchos los filósofos que hayan sabido o querido ver en las acciones de la multitud la fuerza raíz de una liberación posible. Entre esos pocos, sobresale Spinoza. Su comprensión de la multitud reposa en una sólida construcción ontológica y ética. Es una apuesta decidida por la democracia como proceso y como régimen político. Y, no menos importante, constituye un pensamiento de la acción política democrática a partir de lo diverso, y no a su costa. Estas tres notas explican por sí mismas la renovación de los estudios spinozianos desde los años sesenta del siglo XX hasta la actualidad.
La multitud libre en Spinoza interroga el tejido de ideas que permite al pensador holandés de origen judío hacer filosóficamente viable este concepto. Sin eludir las dificultades de orden teórico y político que contiene el Tratado político, lo analiza desde el ángulo de su capítulo V, en el que Spinoza se pregunta por el mejor imperium. Subraya el diálogo implícito con Maquiavelo y Hobbes. Y contrasta su lectura con aquellas interpretaciones que insisten en la potencia de la multitud como base «democrática» de toda sociedad política.
La multitud libre es acción política democratizadora impulsada por un deseo común activo. Es esfuerzo por la libertad de la multitud en una circularidad productiva que requiere atender a las condiciones materiales de la vida en común y a los procesos reales de transformación social.