El abrumador poder de la economía de mercado es solo aparente. En realidad aún existe en nuestras vidas demasiado Estado y muy poca competencia.
La crisis de estos años testimonia el inevitable epílogo de una historia hecha de dirigismo y contínuas intervenciones que alteran la infinita telaraña de libres intercambios entre personas que es el mercado.
Este libro llega para desmentir prejuicios y resolver las dudas presentándonos el mercado como nunca lo habíamos visto: como el éxito, por supuesto siempre imperfecto, de la libre interacción entre millones de individuos: como el manantial de toda innovación, como la única platea posible para la libertad de los seres humanos.
Bajo esta óptica, se describe a los protagonistas, cada uno con sus propias peculiaridades; se evidencian los errores conceptuales y los peligros de regulaciones asfixiantes. Obstaculizar o limitar la libertad del mercado significa privar a las personas de la posibilidad de manifestar su libertad de ser escogidos y esto tiene un coste implícito: son los productos y servicios que no podremos disfrutar y que, a su vez, no se nos permitirá escoger. En su lugar, dejar espacio a lo imprevisto rinde.
Por esto «valdría la pena renunciar a las explicaciones simplistas, a la urgente necesidad de un orden superior que tenga el valor inmediato de resultarnos claro en el papel. La claridad del proyecto no garantiza la belleza del éxito. Hay más cosas entre cielo y tierra, y por suerte».