Históricamente, el servicio doméstico ha sido una de las principales fuentes de ocupación para la mujer, representando para muchas una puerta de entrada al mercado laboral.
Por las características propias de esta labor y dado que se realiza dentro de hogares, suele ser una ocupación muchas veces invisible para la legislación laboral, llevándose a cabo mayoritariamente en la informalidad y en condiciones precarias.
Para contextualizar y poder valorar la regulación presente de este sector, especialmente porque sirve para detectar problemas a resolver y aquello que en las normativa actual es continuación de lo anterior, tanto en el planteamiento teórico como en su posible aplicación práctica, entendemos del todo necesario, revisar los antecedentes y la evolución del servicio doméstico, así como las normas antecedentes y su eficacia.
Para ello, presentamos este trabajo en ocho capítulos, desde los principios de la vida humana en sociedad, y por ende las formas primitivas del proceso, hasta la concepción del marco jurídico democrático y la regulación del servicio doméstico como relación laboral especial.