Hoy en día, un aura maligna parece rodear todo lo que tiene que ver con la Propiedad Privada. Desde que los primeros profetas del colectivismo moderno mostraron al mundo su verdad incuestionable, el concepto de la Propiedad Privada ha visto como se corrompía año tras año, hasta el punto de que sólo unos poco se atrevían a defender en público las virtudes de un orden social basado en la Propiedad Privada. Robert LeFevre fue uno de esos héroes que levantaron la voz ante el inminente manto de oscuridad colectivista que amenazaba engullir al planeta. En La Filosofía de la Propiedad, LeFevre comienza explorando las raíces de las relaciones de propiedad, continúa profundizando en los fundamentos filosóficos y morales que rodean al concepto de Propiedad Privada, y acaba proponiendo el único orden social coherente con la naturaleza humana. Con el estilo claro, directo y despojado de prejuicios que siempre caracterizó a Robert Lefevre, La Filosofía de la Propiedad es un proyectil intelectual que no deja indiferente a nadie.
Al final de esta segunda edición aumentada, incluimos a modo de apéndice un artículo autobiográfico firmado por LeFevre que nos ayuda a entender mejor la peculiar personalidad del autor de este clásico.
Robert LeFevre nació en Idaho (EEUU) en 1911. Estudió Filología Inglesa y Arte Dramático en la Universidad Hamline. Durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, realizó varios trabajos como profesor y locutor de radio, a partir de los cuales cosechó un gran reconocimiento como defensor del libre mercado. En 1957 fundó el Freedom School en Colorado, el cual dirigió hasta 1973, con el objetivo de inculcar en los alumnos las ideas de la libertad individual y el libre mercado. Nombres de la talla de Ludwig von Mises, Milton Friedman o Bruno Leoni impartieron clases en esta institución.
LeFevre estaba a favor de la abolición del Estado, pero al referirse a su pensamiento prefería usar el término autarquismo en lugar de anarquismo. La razón de esto se encuentra en la asociación de anarquismo con la violencia en la opinión pública, y a que esto chocaba directamente con el núcleo del pensamiento de LeFevre: la consideración de que la violencia es algo intrínsecamente malo sea cual sea el escenario considerado. Este pacifismo radical de LeFevre, si bien fue muy influyente en los primeros movimientos libertarios, difería mucho del Principio de No Agresión celebrado por tantos libertarios, según el cual el inicio de la violencia es moralmente malo pero su uso como defensa es aceptable.
En 1986 muere Robert Lefevre, dejando su impronta en la tradición libertaria a partir de obras como The Nature of Man and His Goverment, This Bread is Mine, The Philosophy of Ownership, y muchos otros trabajos publicados