De la necropolítica neoliberal
La necropolítica (del griego necro, muerte) del neoliberalismo no necesita armas para matar a los excluidos. A través de sus políticas, estos cuerpos, considerados innecesarios, viven muertos en vida. Se les priva de acceso a comida, techo y atención sanitaria, dejándolos en un estado de abandono. Además, el sistema crea formas discretas de violencia para acelerar su muerte, manteniéndolos al borde de la vida, en una existencia que no es realmente vida.
No es suficiente con dejarlos marginados. Se les mantiene en una situación precaria, sin oportunidades para mejorar. Sin embargo, los cuerpos excluidos, aunque sufran en silencio, son una amenaza para el sistema. Vivir en los “espacios intermedios” en los que habitan pone de manifiesto las injusticias del neoliberalismo. A pesar de su invisibilidad, estos cuerpos actúan como altavoces, revelando las desigualdades del sistema. Su existencia misma desafía el orden establecido.
Los poderosos no pueden tolerar que estos cuerpos sean testigos de la opresión y la exclusión. Si su sufrimiento fuera visto como una protesta, podría inspirar una revuelta. Esta posibilidad de repolitización es una amenaza para las estructuras de poder. Los excluidos, sin quererlo, podrían desencadenar una empatía radical que cuestionaría todo el sistema.
Este libro pone un énfasis especial en los enfermos de Síndromes de Sensibilización Central. Estos pacientes representan una manifestación de la necropolítica neoliberal. El sistema los ignora, tratándolos como cuerpos prescindibles. A través de este caso, el libro reflexiona sobre cómo el neoliberalismo deshumaniza a ciertos individuos, dejándolos fuera del acceso a los recursos y la atención necesaria.
De la necropolítica neoliberal