En la minuta de una carta a Malebranche, de mayo de 1679, hablando de la metafísica, Leibniz subraya explícitamente su amor desmesurado por esta divina ciencia 1. No es de extrañar, por tanto, la comprobación de que la metafísica ocupe un lugar preponderante en la extensísima y polifácetica obra leibniziana 2.
En este volumen se presentan 51 escritos, de todas las épocas de la producción filosófica de Leibniz, desde El principio de individuación hasta el texto conocido como La última respuesta. Y entre ellos están algunos de los escritos leibnizianos más conocidos, como La profesión de fe del filósofo, el Discurso de Metafísica, Los principios de la Naturaleza y de la Gracia, la Monadología, La originación radical de las cosas, y otros quizá menos conocidos, pero muy relevantes para un preciso conocimiento de la filosofía leibniziana, como son ?entre otros? Sobre la libertad y la necesidad, La necesidad y la contingencia, La necesidad de elegir lo mejor, Resumen de Metafísica, etc.
Por lo demás, como cualquiera puede observar, con un rápido vistazo del índice de los textos traducidos, otros muchos escritos de Leibniz hubieran podido ser incluidos en este volumen; como es notorio, no resulta sencillo en ocasiones adscribir un texto leibniziano a la metafísica, o a la teoría del conocimiento, o a la teodicea, por cuanto en buena medida los problemas que Leibniz trata de resolver, por ejemplo con la teodicea, tienen adecuada explicación en sus doctrinas de ontología modal; y hay escritos sobre los primeros principios que cabrían tanto en un volumen de gnoseología como de ontología.
De ahí que, como decisión última, se ha optado por textos representativos de todas las épocas del autor, y por escritos más relevantes que no deben faltar en un volumen de metafísica leibniziana, y otros que pueden parecer de menor entidad, pero que, como con frecuencia acontece, son explicativos de temas implícitos o aclaraciones, o matices, de la doctrina leibniziana; tampoco debe olvidarse que en gran parte de las Correspondencias, que ocuparán otros volúmenes de esta Edición de Obras Filosóficas y Científicas de G. W. Leibniz, y en otros volúmenes dedicados a otros temas (especialmente, insisto, de teodicea y de teoría del conocimiento) hay abundante desarrollo de doctrinas metafísicas. Si un posible lector de metafísica echa de menos textos relevantes, piense que sin duda estarán recogidos en otros volúmenes.
Los problemas a los que Leibniz atiende, y que están bien reflejados en los diferentes textos del presente volumen, son los problemas eternos de la metafísica, tanto de la ontología como de la teodicea; precisamente la teodicea cuyo nombre Leibniz propuso, y que tanta fortuna ha tenido en el decurso histórico, está repleta, y muy especialmente en el leibnizianismo, de motivos ontológicos. En esta presentación intentaré realizar una breve enumeración de algunos de los principales temas y puntos fundamentales de su doctrina metafísica, que comparecen en los diversos textos traducidos.
INTRODUCCIÓN
I. Presentación
II. Características de esta edición
III. Ediciones utilizadas y citadas. Tabla de abreviaturas
IV. Ediciones anteriores en castellano y su tabla de abreviaturas
V. Bibliografía
VI. Agradecimientos
TEXTOS
1. Disertación Metafísica sobre el Principio de Individuación (30 de Mayo de 1663)
2. Leibniz a Magnus Wedderkopf (Mayo de 1671)
3. La profesión de fe del filósofo (otoño de 1672 a invierno de 1672-1673)
4. Sobre el secreto de lo sublime o acerca de lo más elevado de todas las cosas (11 de Febrero de 1676)
5. Sobre la unión del alma y el cuerpo (Febrero de 1676 [?])
6. Acerca de las formas o atributos de Dios (segunda mitad [?] de Abril 1676)
7. El origen de las cosas a partir de las formas (Abril de 1676 [?])
8. El Ente perfectísimo es posible (Noviembre de 1676 [?])
9. El Ente perfectísimo existe (Noviembre de 1676 [?])
10. Que el Ente Perfectísimo existe (18 a 21 de Noviembre de 1676 [?])
11. Mi principio es que cualquier cosa que puede existir, y es compatible con otras, existe (2 [12] de Diciembre de 1676)
12. Definición de Dios, es decir, del Ente por sí (Diciembre de 1676 [?])
13. Sobre la existencia (Diciembre de 1676 [?])
14. Persona. Paráfrasis a Valla (otoño de 1677 a verano de 1680 [?])
15. Notas de metafísica en su mayor parte (1677 [?])
16. Sobre la noción perfecta de las sustancias (1677 [?])
17. Acerca de la necesidad de elegir lo mejor (1677 [?])
18. No todos los posibles llegan a la existencia (1677 [?])
19. Existencia. Sobre si es una perfección (1677 [?])
20. Cómo debe probarse la existencia de Dios (1678 a 1679 [?])
21. Hay infinitas criaturas en acto (verano de 1678 a invierno de 1680-1681 [?])
22. Acerca de la libertad y la necesidad (verano de 1680 a verano de 1684 [?])
23. Sobre la necesidad y la contingencia (verano de 1680 a verano de 1684 [?])
24. Acerca de la libertad exenta de necesidad en la elección (verano de 1680 a verano de 1684)
25. Sobre el mundo presente (invierno de 1684 a invierno de 1685-1686)
26. Sobre la naturaleza de la verdad, la contingencia y la indiferencia y sobre la libertad y la predeterminación (final de 1685 a mediados de 1686 [?])
27. Discurso de metafísica (1686)
28. El principio de la ciencia humana (invierno 1685-1686 [?])
29. La razón por la que existen estas cosas más bien que otras (entre Marzo y Agosto de 1689 [?])
30. Si el ser necesario es posible, existe (desde Marzo de 1689 a Marzo de 1690 [?])
31. Sobre la contingencia (entre primavera y otoño 1689)
32. Comunicado de las discusiones con Fardella: acerca de la serie de las cosas, acerca de los cuerpos y las sustancias y acerca de la predeterminación (Marzo de 1690)
33. Esencia y existencia según E. Weigel (entre 1690 y 1691)
34. Sobre la reforma de la filosofía primera y sobre la noción de sustancia (1694)
35. Nuevo sistema para explicar la naturaleza de las sustancias y su comunicación entre ellas, así como también la unión del alma y el cuerpo (1695)
36. Nuevo sistema de la naturaleza y de la comunicación de las sustancias, así como de la unión que existe entre el alma y el cuerpo (27 de Junio 1695)
37. Objeciones de M. Foucher, canónigo de Dijon, contra el Nuevo Sistema de la comu¬nicación de las sustancias (12 de Septiembre de 1695)
38. Notas sobre las objeciones de M. Foucher (1695-1696 [?])
39. Aclaración del Sistema nuevo de la comunicación de las sustancias (2-9 de Abril de 1696)
40. Segunda aclaración al sistema de la comunicación de las sustancias (3/13 de Enero de 1696)
41. Extracto de una carta de Leibniz sobre su hipótesis de filosofía (Noviembre de 1696)
42. La doble infinitud en Pascal y la mónada (probablemente posterior a 1695)
43. Sobre la originación radical de las cosas (23 de Noviembre de 1697)
44. Discusión con Gabriel Wagner (Marzo de 1698)
45. Resumen de Metafísica (1703 [?])
46. Que somos sustancias (posterior a 1704)
47. Notas sobre Bayle (entre Enero y Febrero de 1706)
48. Comentarios a la Metafísica de los Unitarianos de Cristóbal Stegmann (entre 1708 y 1710)
49. Monadología (1714)
50. Principios de la naturaleza y de la gracia fundados en razón (1714)
51. Le estoy reconocido (1716)
ÍNDICE DE NOMBRES DE PERSONAS
ÍNDICE DE CONCEPTOS
TRADUCTORES DE ESTE VOLUMEN
G. W. Leibniz (Leipzig, 1646 – Hannover, 1716)
fue un filósofo, matemático, lógico, teólogo, jurista, bibliotecario y político alemán.
Fue uno de los grandes pensadores de los siglos xvii y xviii, y se le reconoce como el «último genio universal», esto es, la última persona que pudo formarse suficientemente en todos los campos del conocimiento; después ya solo hubo especialistas. Realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como en la matemática, física, geología, jurisprudencia e historia. Incluso Denis Diderot, el filósofo deísta francés del siglo xviii, cuyas opiniones no podrían estar en mayor oposición a las de Leibniz, no podía evitar sentirse sobrecogido ante sus logros, y escribió en la Encyclopédie: «Quizás nunca haya un hombre que haya leído tanto, estudiado tanto, meditado más y escrito más que Leibniz
Lo que ha elaborado sobre el mundo, sobre Dios, la naturaleza y el alma es de la más sublime elocuencia. Si sus ideas hubiesen sido expresadas con el olfato de Platón, el filósofo de Leipzig no cedería en nada al filósofo de Atenas».2?
De hecho, el tono de Diderot es casi de desesperanza en otra observación, que contiene igualmente mucha verdad: «Cuando uno compara sus talentos con los de Leibniz, uno tiene la tentación de tirar todos sus libros e ir a morir silenciosamente en la oscuridad de algún rincón olvidado». La reverencia de Diderot contrasta con los ataques que otro importante filósofo, Voltaire, lanzaría contra el pensamiento filosófico de Leibniz, consecuencia del aprecio que sentía por Newton y del desprecio que sentía por el optimismo en que desembocaba su sistema filosófico. A pesar de reconocer la vastedad de la obra de este, Voltaire sostenía que en toda ella no había nada útil que fuera original, ni nada original que no fuera absurdo y risible.
Ocupa un lugar igualmente importante tanto en la historia de la filosofía como en la de la matemática. De manera independiente al trabajo de Newton (quien lo había desarrollado 10 años antes pero no lo había publicado debido a su trauma por la crítica que una vez le hiciera Hooke) desarrolló el cálculo infinitesimal y su notación que es la que se emplea desde entonces.3?4? También inventó el sistema binario, fundamento virtual de todas las arquitecturas de las computadoras actuales.5? Fue uno de los primeros intelectuales europeos que reconocieron el valor y la importancia del pensamiento chino y de China como potencia desde todos los puntos de vista.
René Descartes, Baruch Spinoza y Leibniz integran la terna de los tres grandes racionalistas del siglo xvii. Su filosofía se vincula también con la tradición escolástica y anticipa la lógica moderna y la filosofía analítica. Leibniz hizo asimismo contribuciones a la tecnología y anticipó nociones que aparecieron mucho más tarde en biología, medicina, geología, teoría de la probabilidad, psicología, ingeniería y ciencias de la computación. Sus contribuciones a esta vasta lista de temas se recoge en diarios y en decenas de miles de cartas y manuscritos inéditos. Hasta el momento, no se ha realizado una edición completa de sus escritos, y por ello no es posible aún hacer un recuento integral de sus logros.
y Ángel Luis González