Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la industria actual es conseguir una mayor productividad. Para alcanzar este objetivo existen dos instrumentos fundamentales: el Estudio del Trabajo en sus dos vertientes (Estudio de Métodos y Estudio de Tiempos) y un sistema adecuado de incentivos.
Es frecuente pensar que para aumentar la productividad de una empresa industrial hay que incorporar nuevas tecnologías a los procesos de fabricación, si bien esto es cierto, también lo es el que entre compañías con un nivel tecnológico similar consiguen mejores resultados aquellas que mediante el estudio del trabajo simplifican y racionalizan las operaciones con la finalidad de utilizar los recursos productivos con la mayor eficiencia.
Aprender técnicas encaminadas a racionalizar la mano de obra, – Métodos de Trabajo -, requiere el conocimiento práctico de aquellas operaciones que se van a estudiar, por lo que las exposiciones teóricas quedan limitadas por este aspecto. La otra vertiente del Estudio del Trabajo es el Estudio de Tiempos o Medida del Tiempo. Con ello pretendemos conocer cuál es el tiempo en el que se debe realizar una tarea determinada. En el presente libro se exponen diferentes técnicas de medición de tareas, así como los problemas que ello plantea y la responsabilidad que conlleva, tanto para la empresa como para el operario.