Sistema educativo y libertad de conciencia
Reza un probervio africano que, «para educar a un niño, hace falta toda la tribu».
Este pensamiento es, de suyo, lo suficientemente elocuente y profundo como para justificar unas amplias reflexiones acerca de las graves enfermedades que presenta nuestro sistema educativo.
De entre todas ellas, la libertad de conciencia es, tal vez, una de las más sensibles a la acción de los jerarcas del Estado y de las Comunidades Autónomas, empeñados en trasladar a las aulas un modelo específico, ideologizado y partidista, de enseñanza, conscientes de que, según sea ese modelo, así será el resultado de la acción del mismo en las mentalidades de las nuevas generaciones.
En este sentido, merece una reflexión profunda, serena y pública, la afirmación del coordinador de este volumen al señalar que la llamada por constitucionalistas y eclesisticas » cuestión religiosa», si bien superada por la Carta Magna aprobada en 1978, ha encontrado en los colegios e institutos de enseñanzas medias su último reducto. Ésta ha sido la causa que ha impedido hasta la fecha lograr un gran pacto de Estado en el que todos los agentes y colectividades implicados en la comunidad educativa se hayan puesto de acuerdo en torno a unos mínimos en materia de principios, métodos y objetivos.
La enseñanza de la religión desde una perspectiva confesional, la religión como materia objeto de enseñanza desde una visión puramente laica y objetiva, Educación para la ciudanía y derechos humanos, como asignatura de nuevo cuño, controvertida y judicializada, son sólo tres de los temas que se abordan en las páginas de ese volumen.
Por la distinta procedencia profesional de sus autores y el acierto en el planteamiento general de la obra, del que es responsable el Profesor Martí, el libro que el lector tiene en sus manos resultará de gran interés, hoy y mañana, para todos los profesionales involucrados en la cada vez más difícil acción educativa, especialmente para aquéllos a los que les preocupen los conflictos surgidos por la confluencia de las libertades religiosa, ideológica y de conciencia de padres, profesores, centros de enseñanza (públicos y privados), alumnos y demás agentes implicados en tan transcendental servicio público.