Tradicionalmente el mundo del Derecho y los juristas se han mantenido a discreta distancia de la Ciencia y los científicos. Cada uno con sus propias huestes, método y fines. Sin embargo, la ciencia ofrece originales explicaciones para la comprensión del complejo ordenamiento jurídico. Hablar del big-bang, darwinismo, la teoría de la relatividad, las leyes de la termodinámica, la tectónica de placas, la teoría de juegos o la del caos, entre otras, para ilustrar fenómenos jurídicos puede resultar extravagante en una primera impresión. Pero si adoptamos la pose del autor, de jurista curioso y humanista preocupado por la justicia y la verdad, y seguimos su lúcido análisis de todo el universo jurídico, bajo la belleza de las metáforas y avances científicos, conseguiremos enriquecer nuestra visión del Derecho con una dimensión fascinante.
Bajo el pretexto de las conquistas científicas nos sorprenderá la exposición de un texto plagado de amenas referencias a la estructura del ordenamiento jurídico, al lenguaje judicial, a las estrategias de los abogados, a los errores de legisladores y jueces, a la tensión entre interpretaciones e intereses, a los retos jurídicos que se avecinan y un sinfín de notas sociológicas e históricas que colorean el panorama normativo. En suma, con lenguaje divulgativo y a la vez con rigor jurídico, se trata de ofrecer una perspectiva inédita tanto para los juristas que carecen de tiempo para ahondar en el mundo científico como para los científicos que deseen asomarse a las claves del ámbito jurídico.