La prueba en tanto actividad procesal emerge como la actividad fundamental para que la verdad material acabe siendo la verdad formalmente reflejada en la resolución judicial, de suerte que se podrá tener razón material para sostener una pretensión judicial o para oponerse a ella, pero si no contamos con pruebas que logren convencer al órgano judicial de nuestro relato fáctico difícilmente podrá prosperar nuestra pretensión o nuestra oposición.
Este estudio ofrece una visión de la regulación de la prueba laboral sobre tres ejes principales.
El primero, desde la estructura interna de la norma procesal, que viene marcado por la falta de sistematicidad que se aprecia al regular la prueba laboral.
El segundo, desde el plano de la interacción con otras normas procesales, que viene singularizado por la existencia de dos técnicas de incidencia, la supletoriedad y la complementariedad. El tercero, desde el prisma temporal, que se concreta en una evolución legislativa no rupturista entre los sucesivos textos promulgados.