Uno de los temas más apremiantes del momento presente es el de abordar la obligada transformación de la Administración y asumir la apuesta de su racionalización y de su eficacia, planteada como auténtica tarea nacional y con su indispensable sentido político. Es el tema siempre recurrente de la llamada reforma administrativa, expresión que el autor rechaza, por el carácter tecnocrático que tiene, para analizar por el contrario las causas profundas que pueden explicar la situación actual de la Administración española proponiendo, al margen de soluciones simplistas y demagógicas, las posibles líneas de acción para llevar a cabo a medio y largo plazo la citada transformación.
El libro ofrece un agudo diagnóstico del funcionamiento de nuestra Administración y aparece enmarcado en las correspondientes coordenadas políticas, planteamiento en el que se insiste, pues sólo desde él pueden obtenerse posteriormente las correspondientes consecuencias prácticas.