El libro que el lector tiene ante sí pretende reconstruir la trayectoria profesional y el pensamiento sistemático de Eduardo L. Llorens. En el convencimiento de que las teorías se formulan siempre en relación polémica con otras coetáneas, las concepciones jurídico-políticas de este sólido constitucionalista han sido expuestas en cotejo permanente con los principales sistemas teóricos circulantes en la Europa de entreguerras. Con ello no solo se ha pretendido identificar mejor su aportación, sino también reconstruir los aspectos centrales del debate fundacional de la posmodernidad jurídica en lo que hace a asuntos como la naturaleza jurídica de las agrupaciones sociales, el federalismo y el régimen autonómico, las relaciones entre el Estado y el derecho, el principio de igualdad ante la ley, la legitimidad del poder público, la función jurisdiccional o el control de constitucionalidad de las leyes.
Esta aproximación relacional permite además iluminar la obra de los «grandes» autores a través de las impugnaciones a las que fueron sometidos por autores supuestamente «pequeños». Hasta ahora ha sido usual confrontar entre sí los argumentos de juristas como Carl Schmitt, Hans Kelsen, Hermann Heller, Rudolf Smend, Léon Duguit, Maurice Hauriou, Harold Laski o Georges Gurvitch.
En un movimiento alternativo, el presente estudio contrasta las proposiciones de estos autores con la constelación ideológica que todos ellos daban ya por periclitada, la del liberalismo económico e individualista, eficazmente defendido y reproducido por Llorens. La significación historiográfica principal de su obra consiste, de hecho, en evidenciar las estrategias discursivas empleadas por la clásica doctrina liberal para adaptarse al tiempo socializador que amenazó con sepultarla.