El siguiente trabajo se asoma a un tiempo culturalmente muy rico y vitalmente trágico, una época entre una revolución frustrada y el ascenso al poder del nacionalsocialismo: Weimar. Desde el punto de vista jurídico, los estudios se han focalizado, con demasiada frecuencia, en el enfrentamiento entre el colosal Hans Kelsen y el mefistofélico Carl Schmitt, perfectos representantes de lo que Thomas Mann denominó civilización y cultura, de tal forma que a su sombra han quedado por narrar un conjunto de historias que quizá para algunos sean menores por no formar parte de las cimas del pensamiento, pero que, estudiadas como síntoma de una época, pueden resultar, por lo menos, igualmente desveladoras de las dinámicas internas y de las mentalidades que subyacen a estas.
En el caso de esta obra se dedica especial atención al ?giro neohegeliano? que algunos autores imprimieron tanto a la filosofía como a la filosofía jurídica para sustituir el paradigma neokantiano tan fructífero y querido a inicios del XX Tres son las cuestiones estudiadas: en la primera parte se examinan los Fundamentos de la Filosofía del derecho de Hegel, subrayando aquellas ideas que pudieran ser más compatibles con la ideología nacionalsocialista. En segundo lugar se ofrece noticia y crítica de algunos análisis que ya han abordado la relación entre Hegel y el nacionalsocialismo, como por ejemplo, los de Marcuse, Topitsch o Kiesewetter. Por último se detiene en el pensamiento y la obra de Karl Larenz y Julius Binder, discípulo y maestro fueron dos de los principales representantes del neohegelianismo nacionalsocialista que, por cierto, ejerció cierta influencia en nuestra filosofía del derecho patria.