Informe 02/2023. La gobernanza de la Unión Europea. Presidencia Española 2023
Una vez alcanzada una relativa convivencia pacífica con el COVID-19 y sus variantes, 2022 debería haber sido el año de consolidación de la recuperación económica de la Unión Europea, el año de la vuelta a la normalidad. Sin embargo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022, una guerra en suelo europeo, volvió a golpear a las economías comunitarias y lo hizo desde un ángulo nuevo, el de la geopolítica, cambiando completamente el escenario económico y obligando a incorporar la incertidumbre a cualquier previsión de futuro.
Al igual que sucedió con la pandemia, el conflicto bélico tuvo inicialmente un impacto asimétrico en los socios europeos, con una incidencia superior en aquellos que mantenían mayores vínculos o dependencias comerciales con la economía rusa. Pero la prolongación del conflicto, junto a la persistencia de problemas en algunas cadenas globales de valor, aceleraron y agravaron las tensiones inflacionistas -surgidas, en una fase incipiente, a finales del ejercicio 2021-, extendiendo la crisis al conjunto de los Estados miembros.