Clásico indiscutible y lectura de referencia obligada, Las formas elementales de la vida religiosa publicada originalmente en 1912 constituye el primer gran estudio de sociología de la religión. En él, Emile Durkheim construye, partiendo del estudio de la religión aborigen australiana, una compleja teoría sobre la religión y lo sagrado dentro de los procesos de integración social. Al conceptualizar sociológicamente la religión, y partiendo de la contraposición para Durkheim fundamental de sagrado y profano, ésta se nos presenta como una forma de conciencia colectiva grupal, un conjunto de normas morales y éticas que, sublimadas, regulan las relaciones sociales y la cohesión, social y cultural, de la comunidad. Este sistema solidario de prácticas y creencias relativas a la esfera de lo sagrado se representa en el totemismo, el tótem es, así, el emblema de la sociedad, el medio a través del cual la tribu adora a la colectividad. De esta manera, en el análisis de Durkheim, bajo las formas del dios o del santo, lo que realmente adoran los hombres es a la sociedad. Su sociología se convierte así en la ciencia y la conciencia de las sociedades.