Un joven tenaz
Paquito está convencido de lo que quiere ser cuando sea mayor: quiere ser minero.
Como su padre y su abuelo. Es muy peligroso, pero a él le gusta. Y no se siente un héroe por ser valiente aunque ello suponga trabajar a muchos metros bajo tierra y en la
oscuridad, iluminando lo que hace solo con la luz que llevará en el casco. El padre de Francisco, junto con otros 32 mineros, lleva muchos días atrapado en la mina. Pero él
no tiene miedo, quiere conseguir lo que se ha propuesto. Tampoco piensa que su padre y los demás mineros sean unos héroes por estar resistiendo la situación en la que se encuentran.
Hay que admirar a esas personas que tienen claras sus ideas y las llevan a cabo cueste lo que cueste aunque haya inconvenientes y tropiezos.
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