Si vienes a Atapuerca,
verás jugar al viento
con la nieve encendida
de tanto amar al fuego.
Si vienes a Atapuerca,
llevarás de recuerdo
las palabras de barro
de aquellos que vivieron.
Si vienes a Atapuerca
vestido de jilguero,
oirás cantos lejanos
que besan a tus besos.