MARY WOLLSTONECRAFT
(1759-1797) fue parte activa de una época de transformaciones radicales en el ámbito de las ideas. Desde sus controversias con contemporáneos como Edmund Burke hasta su defensa apasionada de los derechos de los hombres y las mujeres, piedra angular de su legado, la pensadora inglesa sintetiza como pocas figuras el espíritu de su tiempo y sus ecos en la posteridad.