La importancia de la economía de plataformas no ha dejado de crecer desde su aparición fulgurante en la segunda década del siglo XXI. El Derecho del Trabajo ha tardado en reaccionar frente a este fenómeno y solo ahora, muy lentamente, puede considerarse que empieza a tomar forma su regulación legal, a través de episodios como la Ley Rider española o la propuesta de la Comisión Europea sobre una directiva al respecto.
En ese marco, la negociación colectiva ha sido una herramienta que ha seguido los mismos tiempos ralentizados, incluso con mayor lentitud. La ausencia de estructuras estables de representación de los trabajadores y la carencia de voluntad negociadora por parte de las plataformas han sido algunos de los elementos principales que han coadyuvado a esta situación. La legislación laboral, concebida en el marco de la actividad física, no estaba preparada para encajar en un primer momento esta forma de prestación de servicios.
No obstante, ya empiezan a surgir experiencias de negociación colectiva exitosa en este campo en los Estados miembros de la UE. Las reglas tradicionales están siendo empleadas para dialogar en este campo y concluir convenios colectivos, dentro de las prácticas nacionales, que restauran esta función en un nuevo ámbito.
El proyecto COGENS se ocupó del análisis de estas cuestiones. Fue un proyecto europeo de investigación liderado por la Universidad de Santiago de Compostela, la Wirtschaftsuniversität Wien y la consultora francesa Astrées, con un equipo que incluía a 26 investigadores de 17 países diferentes. Estuvo cofinanciado por la Comisión Europea, dentro de la línea presupuestaria especial de fomento del diálogo social (VS/2019/0084), y su objetivo fundamental era analizar el modo en que el diálogo social y la negociación colectiva podían afrontar el reto disruptivo que implicaban la digitalización y la economía de plataformas.