Diferencia sexual en el cerebro. Una revisión crítica desde el feminismo
Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus¡Así de diferentes somos, como si viniéramos de dos planetas! ¿Nos los creemos? Antes de responder escuchad esto: no hay forma científica de mantener que el cerebro es binario en términos de sexo. Y es que el cerebro no habla de una forma binaria, como sí lo hace el lenguaje social a través de los géneros hombre y mujer. Sin embargo, aun sin tener evidencia científica, los medios de divulgación, ávidos de llamar la atención, se convierten en altavoces distorsionadores y lanzan mensajes tipo la ciencia corrobora que las mujeres hablan tres veces más que los hombres, o estudios neurocientíficos afirman que las mujeres están más preparadas neuronalmente para tareas domésticas y de cuidado. A esto es a lo que desde hace una década se le llama neurosexismo, y que critica, no sólo esta tarea divulgativa carente de rigor científico, sino que apunta al sexismo presente en la investigación neurocientífica cuando se trata de estudiar las diferencias cerebrales entre los sexos.
En este libro propongo una mirada entusiasta a la labor científica. Entusiasta porque sabemos que hay casos de mentiras científicas, pero también conocemos de investigación científica que sigue de forma rigurosa los criterios de calidad. Hay ejemplos de esto; y precisamente, del trabajo de calidad que se está haciendo para combatir ese neurosexismo aparecen teorías que nos dicen que no hay evidencias que nos permitan hablar de cerebro de hombre y cerebro de mujer. Y ¿cómo trasladamos esto a la educación? Gran interrogante sobre el que en este libro se expone una propuesta de cómo podemos plantearnos la mirada de la neuroeducación desde el interés por formar en la igualdad. Compromiso, el de la igualdad, que no debe ser ajeno a la investigación científica, sea del cerebro o del corazón.