Desafectos Batallones de trabajo forzado en el franquismo
Los militares sublevados en 1936 contra la II República sometieron a trabajos forzados a parte de los miles de prisioneros de guerra que iban capturando y en-cerrando en campos de concentración durante la guerra civil española. Para ello, el Ejército sublevado organizó los llamados «batallones de trabajadores», valiéndose de la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros, siempre con la última palabra de Francisco Franco desde su Cuartel General. Se orquestó así un sistema de explotación que, desde 1937 hasta su progresiva disolución durante la primera mitad de la década de los años cuarenta, acabó convirtiéndose en el mayor sistema de trabajos en cautividad de la España contemporánea.
¿Sobre quiénes recayó este sometimiento? ¿Qué labores hicieron los prisioneros? ¿Qué lógicas económicas movieron al Ejército sublevado en cada momento de la guerra? ¿Quiénes se beneficiaron? ¿Por qué se siguieron utilizando «batallones» años después de terminar el conflicto? ¿En qué poblaciones funcionaron? ¿Qué narraron quienes sufrieron esta forma de explotación cuando nos legaron sus recuerdos?
Además de dar respuesta a esas preguntas, en este libro se encuentran sus mayores beneficiarios -principalmente, el Ejército sublevado y el Nuevo Estado franquista- así como los cuerpos y las voces de los sometidos a esta forma de explotación: decenas de miles de excombatientes del Ejército republicano clasificados en campos de concentración de prisioneros de guerra como «Desafectos» al «Glorioso Movimiento Nacional»: ni ejecutables, ni con acusaciones que los llevasen a prisión, pero tampoco fiables para integrar las filas sublevadas y seguir haciendo la guerra. Una consideración que continuó después de acabar la contienda para miles de jóvenes que debieron cumplir servicio militar sin empuñar arma trabajando en «batallones», así como para castigar a sancionados por la Fiscalía Superior de Tasas por delitos de estraperlo.
DESAFECTOS es la primera publicación que se ocupa a escala nacional de los «batallones de trabajadores» del franquismo, al tiempo que aporta la primera aproximación cuantitativa exhaustiva de la mano de obra cautiva y trabajadora, analiza las múltiples necesidades logísticas y económicas cubiertas con prisioneros y las memorias que éstos legaron sobre su paso por esta experiencia.