Tiempo de interferencia
A través del presente ensayo se pretende reflexionar sobre cómo arte y pensamiento pueden constituir la base de un conocimiento cuya especificidad, en el ámbito de las ciencias del arte, cuestiona los límites de cualquier campo. En un proceso esencialmente multidisciplinar, dicho cuestionamiento progresa hacia una heteronomía tan problemática como acorde con la situación de una comprensión sometida a los canales que impone la universalidad tecno-epistémica. Una comprensión, por tanto, externa, categorial, y cuya realización adviene en virtud de una subjetividad no exenta de carácter sacrificial. Lo cual no excluye la fundamentación estética del contenido, sino que la orienta hacia el modo en que la representación constituye la prueba de nuestra presencia real aquí y ahora.
Desde el ámbito de la interferencia se tratará, pues, de guiar la inspección que, por naturaleza, las estructuras del saber movilizan, para de algún modo desplegar una suerte de anatomía trascendental de la experiencia estética. Bien es cierto que, en este territorio tan indeterminado como problemático, el advenimiento de la «cosa» podría encontrar cierta consistencia ontológica en la dimensión isomórfica de las diferentes estructuras, ya sean estas taxonómicas o conceptuales, institucionales o espectaculares, históricas o imaginadas. Por eso el paso de una estructura a otra, la apropiación si se quiere, es posible cuando las «factibilidades» se desplazan en el «ilimitado» espacio que se da como consecuencia de una tradicional polaridad sujeto-objeto alterada.