Sobre el aborto. El coito, la falsa tolerancia del poder y el conformismo de los progresistas
‘“El aborto es una culpa, un delito’ , escribe Pier Paolo Pasolini a mediados de los 70, en medio del unánime reclamo de la izquierda por legalizarlo. Éste fue el disparador de un virulento debate con los intelectuales de la izquierda italiana que abarcó desde el sentido de la liberación sexual hasta la función de los intelectuales en el neocapitalismo consumista. En esta polémica llena de ideas y sarcasmos intervinieron, entre otros, figuras como Umberto Eco, Natalia Ginzburg,Alberto Moravia e Italo Calvino.
“Cada vez que leo a Pasolini vuelvo a abrir los ojos a lo que puja ser escuchado entre las injustas o pueriles razones invocadas por nuestro autor. Ahí, en las bambalinas del debate, respira un ser que exige nuestra atención. Ahora. Como feministas. Como anticapitalistas. Como marxistas o anarquistas. Como demócratas intransigentes. Como desterrados en la utopía individualista, exiliados del infierno musical. Pasolini dice que el aborto, su legalización, lo traumatiza. Está en contra y quiere pensar. Apoya legalizarlo pero no se queda tranquilo. Entre argumentos y rencillas respira un ser que se halla ante lo insoportable y se expone a ser afectado.Y no se trata de dar testimonio. Se trata de un saber que está del otro lado de los saberes que circulan como tales; un saber injusto, parcial, insobornable”.