-5%

Diccionario de términos para comprender la transformación digital

ISBN: 9788411638579

El precio original era: 51,58€.El precio actual es: 51,58€. 49,00 IVA incluido

Hay existencias

Peso 600 g
Fecha de Edición 06/10/2023
Plazo de entrega

24 h

Número de Edición

1

Idioma

Español

Formato

Libro + e-Book

Páginas

416

Lugar de edición

NAVARRA

Encuadernación

Rústica

Colección

ESTUDIOS ARANZADI

Editorial

ARANZADI THOMSON REUTERS

EAN

978-84-1163-857-9

Diccionario términos comprender transformación digital

Prólogos

Todo cambio de era necesita nuevos términos, conceptos y palabras que nos permitan construir y dar sentido a las nuevas realidades que se están configurando frente a nosotros. Vivimos un momento de cambios sin precedentes, de transformaciones históricas que se suceden a una velocidad cada vez mayor. Casi todos estos cambios están enmarcados en la digitalización, a partir de la que estamos dibujando una nueva forma de ver, entender y vivir en el mundo.

Suelo decir que la lengua no es solo una herramienta de comunicación, si no una forma de entender la vida, un mapa del mundo. Las palabras no solo representan nuestra realidad, sino que la modelan. Nombrar y poner palabras a estas ambiciones e inquietudes colectivas nos permite generar horizontes y entornos comunes sobre los que progresar como comunidad.

Pero no debemos olvidar que el lenguaje puede generar barreras, y está en nuestras manos asegurarnos que las palabras no excluyan, no dividan, sino que tiendan puentes para unir a las personas y nos ayuden a ser una sociedad más integrada.

El éxito de una transición digital verdaderamente inclusiva e integradora a nivel social pasa por impulsar esfuerzos coordinados para acercar ese lenguaje, esos conceptos sobre los que nos estamos construyendo como generación, a todas las personas que así lo requieran, particularmente a aquellos colectivos que tradicionalmente han tenido más dificultades en este acceso. Incorporar al conjunto de la sociedad a una revolución digital que ofrece estas oportunidades de progreso económico y social sin precedentes es una responsabilidad que gobiernos e instituciones, tanto públicas como privadas, debemos asumir como nuestro compromiso con una sociedad digital verdaderamente justa, inclusiva y cohesionada.

Esta ha sido siempre nuestra perspectiva desde la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Nacida en 2020, y perteneciente al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, como institución, hemos puesto el foco en que las iniciativas de transformación digital que impulsábamos fueran acompañadas de palabras y conceptos cercanos a todos los ciudadanos. Así, generando un nuevo mapa, hemos trabajado en darle un nuevo sentido a palabras como «vertebración» (territorial), «brecha» (digital) o «derechos» (digitales) todas cruciales en el nuevo contexto generado por la era digital. Y hemos adoptado y/o convertido en familiares conceptos como «Inteligencia Artificial», «Transparencia algorítmica» o «ciberseguridad»

Por eso, celebramos enormemente el planteamiento de este diccionario de términos tecnológicos-disruptivos, pero, sobre todo, celebramos que sea en español, que no es solo un activo y patrimonio histórico, sino también tecnológico como se ve en el PERTE de la Lengua. El diccionario camina en esta dirección, y representa un ejercicio enormemente positivo de cara a afrontar este cambio de paradigma que abordamos como sociedad. Un proyecto que sienta un precedente determinante, y marca la senda a seguir para ofrecer las herramientas adecuadas a disposición de la ciudadanía que garanticen la riqueza y diversidad en esta transición que estamos experimentando.

El conocimiento, la materia prima esencial de esta revolución digital, se sustenta sobre el uso y transmisión de nuevos conceptos. Una vocación que este diccionario representa de manera excepcional, generando un corpus dinámico y flexible que aspira a ser la base de una digitalización accesible y abierta.

En un mundo donde las plataformas digitales tienen la capacidad de amplificar el odio a través de la manipulación del lenguaje, es una gran noticia contar con herramientas que recuperen el valor de la palabra, su significado y su esencia.

Carme Artigas Brugal

Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial

Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital

Vivimos en un mundo en cambio. Las transiciones verde y digital son, indudablemente, las dos grandes líneas que vertebrarán esta década, trayendo una reconfiguración de nuestras sociedades y también un importante cambio de paradigma. A esto se añaden los avances tecnológicos de los últimos años, que avanzan a un ritmo vertiginoso haciendo cada vez más complejo entender qué es lo que pasa a nuestro alrededor y, sobre todo, como gestionarlo.

Lo cierto es que la mayor parte de nuestras interacciones se han trasladado a chats, redes sociales y mensajería. Esto, sumado a las medidas para controlar la propagación del virus de la COVID-19, ha dado como resultado la generalización y la intensificación del uso de las tecnologías digitales en todos los ámbitos: el trabajo, los cuidados, la banca, las compras, la enseñanza o el aprendizaje. Pero también lo han hecho los intentos de fraude, los discursos de odio y la exclusión digital. Nuestro mundo ya es digital. Por ello es tan importante para la Unión Europea fomentar, por un lado, el potencial que tienen estas tecnologías para el bienestar y la competitividad de Europa y, por otro, controlar los riesgos inherentes o prevenir sus consecuencias.

Es en este escenario tan convulso en el que la democratización del conocimiento cobra un papel fundamental para conseguir una (re)construcción de sociedades más justas, igualitarias y resilientes. Durante siglos, el acceso al conocimiento ha estado limitado a unos pocos, haciendo de la educación un privilegio. Así, el derecho a la educación es una de las conquistas más importantes de los últimos tiempos, ya que ha ayudado a reconfigurar las jerarquías sociales y a mejorar la vida de millones de personas. Primero con la creación y difusión de la enciclopedia y posteriormente con la llegada transformadora de Internet, cada vez más ciudadanos pueden acceder a contenidos e información de la más diversa índole. No obstante, uno de los problemas que ha generado esta cantidad masiva de información ha sido, paradójicamente, la creación de sociedades de la desinformación, en las que filtrar y comprobar la veracidad de los contenidos se convierte en una tarea cada vez más complicada. Por este motivo, ya no sólo necesitamos acceso al conocimiento, sino que ahora debemos también aprender a contrastar el mismo.

En el marco de esta transición digital y de los avances disruptivos que se están produciendo, entra en acción un concepto para mí capital: la ilustración digital. Esta noción (digital literacy en inglés) toma como referencia al fenómeno de la ilustración francesa para evocar un enfoque holístico de la educación en materia digital. Es decir, no solo hace referencia a la adquisición de conocimientos técnicos para el uso de las herramientas y realidad digitales, sino que también alude a la necesidad de tomar consciencia y hacernos responsables del impacto de las tecnologías en las distintas facetas de nuestra vida, de manera que podamos ejercer un control democrático sobre ellas y alcanzar una verdadera ilustración digital que se ramifique por toda la sociedad. La ilustración digital abarca no solo la capacitación del público en general como usuarios, sino también la formación de los trabajadores, incluidos los del sector público. Por lo tanto, esta ilustración digital de la población, con especial atención a los grupos vulnerables, debe ser una prioridad política. Es esencial que utilicemos la transición digital como oportunidad para reducir brecha social en términos de desigualdades y de garantizar acceso real a las oportunidades.

Y en Europa se es consciente de esta necesidad. La Unión Europea aspira a convertirse en una economía moderna, justa, sostenible, eficiente en el uso de los recursos y competitiva en el escenario global. De ahí que haya señalado la transformación transversal de todos los sectores y su adaptación al entorno digital como el gran objetivo para estos años. Una de las prioridades de la Comisión Europea bajo el mandato de Úrsula Von der Leyen ha sido precisamente la de «Una Europa Adaptada a la Era Digital», una estrategia digital de la Unión Europea para la formación de las personas con una nueva generación de tecnologías.

El objetivo de la Unión se convierte así en el de consolidar su soberanía digital y en producir de una serie de normas que la hagan referente mundial en el ámbito digital, como es el caso de la Ley de Inteligencia Artificial o Ley de Datos, o de otros textos ya aprobados que forman parte del paquete digital como la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios Digitales. Además de esto, también se están dedicando fondos al desarrollo del Plan de Acción para las capacidades digitales, que pretende extender el conocimiento de dichas herramientas digitales entre los distintos sectores.

Concretamente en el Parlamento Europeo venimos reflexionando en los últimos años sobre las normas que pueden dirigir el desarrollo de dichas tecnologías y, en particular, sobre la necesidad de elaborar un marco ético. Uno de los mejores ejemplos de esto es la legislación que estamos llevando a cabo sobre Inteligencia Artificial. En el Informe de iniciativa legislativa sobre el marco ético aplicable a la Inteligencia Artificial, la robótica y las tecnologías conexas, aprobado en el año 2021 y en el que fui ponente del Parlamento Europeo, trabajamos por reflejar que el desarrollo tecnológico de IA se realice con una aproximación humanística y humano céntrica, que respete nuestros valores y principios europeos y los derechos fundamentales.

El uso de las nuevas tecnologías, como la IA, puede generar una amplia gama de beneficios económicos y sociales en todos los sectores al proporcionar predicciones, optimizar las operaciones y la asignación de recursos, y personalizar las soluciones digitales disponibles para los ciudadanos. Lejos de huir y dejar pasar el tren tecnológico que representa la transición tecnológica, debemos saber enfrentarnos y dar soluciones a los retos que pueden venir con ella para, así, poder explotar su enorme potencial de desarrollo social y económico. Para ello, es fundamental contar con una regulación sólida, pionera y alineada con los valores europeos.

Establecer los conceptos es crear realidad. En este contexto de cambio, donde tanto la realidad física como la digital se están redefiniendo, este diccionario es clave porque nos ayuda a concretar términos todavía en desarrollo y debate en plena transición, bajando al terreno las nuevas ideas que se están configurando. Lo que no se define no se puede abordar, sobre todo en el ámbito jurídico. Por lo tanto, es esencial fijar bien estos nuevos conceptos para poder actuar así sobre ellos, entendiendo como el ordenamiento jurídico puede actuar sobre estos, así como cuál es la extensión y los limites concretos sobre los que se puede operar desde una óptica legal.

Sociedades informadas crean democracias fuertes. La digitalización de nuestras sociedades debe ser integradora y participativa, dando prioridad a cuestiones de diversidad, accesibilidad e ilustración digital en todos los niveles. Y para lograr esto no hay mejor forma que garantizar el acceso al conocimiento, alcanzando asó algo que un libro tan sencillo y complejo a la vez como este diccionario puede conseguir: dar el poder a las personas.

Ibán García del Blanco

Diputado en el Parlamento Europeo. Coordinador del Grupo S&D en la Comisión Especial sobre Inteligencia Artificial en la era digital

Presentación

Presentar este texto colectivo representa una mezcla de responsabilidad, emociones y nervios. Todo esto se acentúa cuando no existen, por lo menos hasta donde yo sepa —fácilmente puedo equivocarme— libros que tratan la transformación digital desde la perspectiva de comprender los términos que la caracterizan (1) . Como les decía, la tarea no es fácil, pero intentaré recorrer el camino que nos ha llevado hasta la publicación de este «Diccionario de términos para comprender la transformación digital».

Debo decir que no se trata de un texto colectivo sólo porque haya sido escrito por un conjunto de personas especializadas en la materia. Es colectivo porque la idea inicial es también colectiva y nació de una pregunta que nos hicimos el 12 de diciembre de 2022 en el seno de una reunión científica organizada por el Observatorio Sector Público e Inteligencia Artificial que tengo el honor de dirigir. La pregunta, en su sencillez, desató un reto. ¿Conocemos y entendemos, en profundidad, los términos tecnológicos que a diario utilizamos en nuestros trabajos y desempeños laborales?

Hubo un momento de silencio, aunque, como pueden imaginar, fue en realidad un silencio fragoroso. A partir de este silencio, por unanimidad, decidimos explorar la posibilidad de crear lo que inicialmente llamamos un glosario de términos.

Se me propuso dirigir la futura obra y a partir de ahí empezamos a trabajar para determinar la estructura del libro y su posterior desarrollo.

Uno de los propósitos del Observatorio Sector Público e Inteligencia Artificial es valorar las necesidades del sector público en materia de transformación digital y ofrecer respuestas razonadas acerca del alcance, factibilidad y adaptación de estas. Esto pasa por la investigación y el compromiso al servicio de la sociedad y de la ciudadanía. Esta obra cumple con la misión que nos proponemos en el Observatorio.

Como señalaba, este libro se caracteriza por ser una obra horizontal. Me explico. A pesar de existir un director, tras determinar los y las autoras cuyos conocimientos pudieran aportar un valor añadido a la obra, solicité que cada participante, desde su especialidad, propusiera desarrollar aquellas fórmulas que considerara más oportunas.

Esta operación produjo 128 fórmulas que fueron puestas en común para ser analizadas y debatidas entre todas las personas implicadas. Finalmente, el equipo de trabajo individuó 115 fórmulas definitivas, las mismas que hoy componen la obra. Asimismo, entre todo el equipo decidimos que la estructura del texto debía tener seis componentes (siempre que esto fuera posible por el tipo de fórmula desarrollada):

  • 1) Definición breve de la fórmula
  • 2) Desarrollo de la definición de la fórmula
  • 3) Normativa de referencia
  • 4) Indicaciones y/o normas complementarias
  • 5) Bibliografía de interés y
  • 6) Palabras de glosario complementarias

Queríamos que el lector tuviera una aproximación directa a la fórmula propuesta de manera que el texto debía de contener una enunciación breve que recogiera la particularidad y lo esencial de la fórmula desarrollada. Asimismo, pensamos que el lector pudiese tener interés en profundizar sobre la definición breve de la fórmula. Por eso, decidimos crear un texto más largo que abordara con mayor profundidad el término propuesto. Como es sabido, muchas —no todas— las fórmulas que caracterizan la transformación digital encuentran una regulación normativa. Nos pareció interesante dotar el texto de las normas específicas sobre la materia tratada. En este mismo sentido, detectamos la necesidad de indicar aquellas cartas, recomendaciones etc. que aun sin tener valor jurídico vinculante, pudieran servir como fuente colaborativa de estudio y aprendizaje. Por eso, donde fue posible, las fórmulas desarrollan también las «Indicaciones y/o normas complementarias». A pesar de tratarse de un diccionario, no debemos olvidar que el texto sigue siendo una obra científica y como tal debía de incluir las referencias bibliográficas oportunas. Además, la indicación de las referencias bibliográficas, básicas, permite al lector conocer el estado del arte de la doctrina sobre una determinada materia. Por último, el diccionario hubiera quedado incompleto sin un glosario complementario. Durante la redacción de sus fórmulas, los y las autoras han individuado palabras poco o menos comunes cuya definición escueta ayuda a la comprensión de la lectura. Las palabras de glosario adicionales se encuentran en la parte final de la obra por orden alfabético.

Debo señalar que el equipo de trabajo ha sido trasversal y complementario, exactamente como lo es la materia disruptiva a la que nos aproximamos. Así, la multidisciplinariedad es el leitmotiv de la obra. Han colaborado trece autoras y autores de distintas disciplinas: del área jurídica, de la ingeniería computacional, de la ingeniería de sistema, de la didáctica y de las áreas público-institucionales. Recibimos apoyo externo de lingüistas que, por la tipología de la obra, fueron esenciales. Asimismo, quiero señalar la voluntad de garantizar la igualdad de género entre hombres y mujeres. En este sentido, la obra cuenta con siete autoras y seis autores. Este dato asume mayor relevancia si consideramos que en las materias relacionadas con la tecnología, la presencia de mujeres es muy escasa, lo que frecuentemente da como resultado una producción de aplicaciones y de software con visión androcéntrica. Ojalá, este diccionario colabore a iniciar el cambio de esta realidad.

La obra incluye también una parte denominada «Listado sinóptico de las fórmulas». Se trata de un listado que, en orden alfabético, recoge todas las fórmulas desarrolladas de manera que el lector pueda tener una panorámica general de los términos que caracterizan la transformación digital.

Asimismo, los y las autoras se han comprometido a asociar su biografía personal a las fórmulas desarrolladas. Esto, además de ser un ejercicio de transparencia, permite individuar las áreas de especialización de los y las autoras de manera que, de facto, se constituye una suerte de catálogo de especialistas en materia de transformación digital.

Como se puede apreciar, el esfuerzo realizado por todas las personas implicadas en este proyecto ha sido muy grande, pero creemos que es un esfuerzo necesario para construir una obra que, esperemos, se convierta en un texto de referencia.

Dicho esfuerzo se debe al compromiso de muchas personas. En primer lugar, quiero agradecer a todos los y las autoras sin cuyas aportaciones la obra no hubiera podido ver la luz. Permítanme, en este sentido, citar cada una y cada uno de ellos. En orden alfabético, gracias a Jorge Castellanos Claramunt, Margarita Castilla Barea, Manuel García Rodríguez, Cristina Goenechea Permisán, José Ignacio Herce Maza, José Carlos Montes, Mar Moreno Rebato, Eva María Mota Sánchez, Dévika Pérez Medina, Antonio Rodíl Garrido, Eva María Sánchez Sánchez y Carolina Wisner Glusko. Fue un lujo colaborar con todos ustedes.

En segundo lugar, quiero agradecer a todos los miembros del Proyecto de investigación «Derecho e inteligencia artificial: nuevos horizontes jurídicos de la personalidad y la responsabilidad robóticas» (PID2019-108669RB-I00), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación que a través de su IP, la Profesora Dra. Margarita Castilla Barea, Catedrática de Derecho Civil de la Universidad de Cádiz, han creído en la necesidad de esta obra brindando así los apoyos necesarios para que hoy podamos tenerla entre nuestras manos.

En tercer lugar, quiero mencionar a los miembros del Observatorio Sector Público e Inteligencia Artificial y las entidades que representan que, como ha sido expuesto anteriormente, fueron los verdaderos visionarios de este proyecto que hoy se traduce en esta obra.

Por último, quiero agradecer a la editorial Aranzadi que no tardó en darnos una respuesta positiva para la publicación del diccionario. Gracias por estar.

Quiero concluir esta presentación pensando en el futuro de esta obra. Como les decía, recopilamos y desarrollamos un gran número de fórmulas, sin embargo, somo conscientes de que quizá algunas hayan «quedado en el tintero». En este sentido, entendemos esta obra como un punto de partida, como el comienzo de nuevas actividades que nos llevarán, esperemos, a actualizar constantemente nuestro, vuestro Diccionario de términos para comprender la transformación digital.

Como director de la obra asumo el compromiso de recibir indicaciones y nuevas fórmulas que podrían ser consideradas para futuras actualizaciones. Por eso, he procedido a crear una cuenta en la que quienes así lo deseen puedan enviarnos nuevas fórmulas. No puedo garantizar que se publiquen en una futura re-edición, pero sí que serán leídas y tratadas detenidamente.

E-mail: diccionariodeterminos@gmail.com

Espero que le tomen al Diccionario de términos para comprender la transformación digital el mismo cariño que le tenemos yo y todo el equipo de trabajo que durante meses nos volcamos anima y cuerpo en este proyecto, en dotar a la sociedad de un texto que intenta mejorar la comprensión de una materia en la que todos y todas estamos implicadas.

Muchas gracias.

Gabriele Vestri

Prof. de Derecho Administrativo de la Universidad de Cádiz

Director del Observatorio Sector Público e Inteligencia Artificial

www.ospia.org

(1)
Quiero señalar la obra Glossary of human-centric artificial intelligence escrito por Estévez Almenzar, M., Fernández Llorca, D. Gómez, E. Martínez Plumed, F. publicada en 2022 por el JCR Science for Policy Report. Esta obra, así como señalan los Autores, trata los términos especialmente relacionados con la inteligencia artificial. Recomendamos encarecidamente que quienes tengan interés en esta materia consulte el glosario citado. Puede consultarse en: https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC129614 [Última consulta 26 de mayo de 2023].

Autoras y Autores

 

Jorge Castellanos Claramunt

Profesor Ayudante Doctor de Derecho Constitucional. Universidad de Valencia

Margarita Castilla Barea

Catedrática de Derecho Civil. Universidad de Cádiz

Manuel García Rodríguez

Data Scientist. NTT Data

Cristina Goenechea Permisán

Profesora Titular de Didáctica. Universidad de Cádiz

José Ignacio Herce Maza

Abogado y Profesor de Derecho Administrativo URJC

José Carlos Montes Luna

M&A Analytics Manager. Deloitte

Mar Moreno Rebato

Profesora Titular de Derecho Administrativo. Universidad Rey Juan Carlos

Eva María Mota Sánchez

Directora del portal de control interno en Cosital

Dévika Pérez Medina

Investigadora. Instituto Derecho Público Universidad de Barcelona

Antonio Rodíl Garrido

Director Técnico Empresa Provincial de Información de Cádiz S.A.

Eva María Sánchez Sánchez

Profesora Ayudante Doctora de Derecho Tributario. Universidad Rey Juan Carlos

Gabriele Vestri

Profesor Contratado Doctor de Derecho Administrativo. Universidad de Cádiz

Carolina Wisner Glusko

Profesora Titular de Derecho Administrativo y Derecho de las Telecomunicaciones y NN.TT. Fundación San Pablo Andalucía CEU