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Personas vulnerables y tutela penal

ISBN: 9788411621809

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Hay existencias

Peso 550 g
Fecha de Edición 24/04/2023
Plazo de entrega

24 h

Número de Edición

1

Idioma

Español

Formato

Libro + e-Book

Páginas

406

Lugar de edición

NAVARRA

Encuadernación

Rústica

Colección

ESTUDIOS ARANZADI

Editorial

ARANZADI THOMSON REUTERS

EAN

978-84-1162-180-9

La tutela penal de las personas vulnerables es un tema de gran relevancia en el derecho penal español, especialmente con las últimas reformas que buscan una protección más robusta para aquellos sujetos pasivos que se encuentran en situaciones de especial vulnerabilidad. Estas reformas han reflejado un esfuerzo por parte del legislador para adaptar la legislación penal a las necesidades de colectivos especialmente expuestos a la victimización, ya sea por su edad, enfermedad, incapacidad, situación de dependencia emocional o social, o por pertenecer a grupos discriminados o marginados.

Contexto de las reformas y el Código Penal de 1995:

El Código Penal español de 1995, con sus reformas posteriores, ha integrado un enfoque más inclusivo y protector hacia los colectivos vulnerables, destacando la vulnerabilidad como un factor que debe ser considerado en la regulación de los delitos y en la determinación de las penas. Estas reformas responden a una creciente preocupación por la protección de derechos fundamentales, en línea con los valores constitucionales, buscando una “igualdad real y efectiva” y especialmente atención a las situaciones de discriminación.

Uno de los cambios clave fue la tipificación de agravantes y la creación de tipos penales específicos que aplican una pena más severa cuando el delito se comete contra personas vulnerables. Por ejemplo, la Ley Orgánica 10/1995 modificó el artículo 22 del Código Penal, agregando agravantes por motivos de discriminación racial, ideológica, de género, entre otros, reconociendo la necesidad de una tutela especial en esos casos. También se estableció la vulnerabilidad como una circunstancia que debe tenerse en cuenta en delitos sexuales, en la ley de derechos laborales y en la protección contra el tráfico de personas, especialmente en lo que se refiere a menores de edad o personas con discapacidad.

Reformas posteriores:

Con la Ley Orgánica 11/1999, se hizo un esfuerzo por proteger la integridad y libertad sexual de los menores, introduciendo la agravante de vulnerabilidad por razón de edad, enfermedad o situación en varios artículos del Código Penal. Se establecieron penas más severas para aquellos que cometen abusos sobre menores de 13 años, personas incapaces o aquellas que se encuentran en situaciones de dependencia.

A lo largo de los años, el Código Penal ha ido ampliando las referencias a la vulnerabilidad en una variedad de contextos. La Ley Orgánica 14/1999 puso un foco importante en la protección de las víctimas de violencia doméstica y malos tratos, estableciendo penas accesoria como la prohibición de aproximación a la víctima. Además, modificó el artículo 153 para incluir la violencia psicológica habitual sobre personas vulnerables, reconociendo su especial necesidad de protección.

Contradicciones y lagunas:

A pesar de estas reformas, se observan algunas incoherencias en la regulación. La terminología empleada para describir la vulnerabilidad, como “incapacidad”, “minúsculas diferencias”, o incluso la falta de un concepto claro de “vulnerabilidad”, puede generar contradicciones en la interpretación de la ley. Además, la protección no siempre está garantizada de manera coherente en todos los delitos, lo que puede dificultar su aplicación en casos concretos.

Por ejemplo, en delitos sexuales y de violencia de género, el concepto de vulnerabilidad ha sido utilizado de manera indistinta, sin una aplicación clara de qué circunstancias deben tenerse en cuenta en cada caso. Es crucial que el legislador clarifique estos aspectos para evitar que se dé una interpretación errónea o desigual en los tribunales.

Conclusión:

En resumen, la protección de las personas vulnerables ha sido una prioridad en las reformas del Código Penal, aunque se siguen observando dificultades en la aplicación de una normativa que se percibe fragmentada o contradictoria. La evolución de estas reformas refleja un esfuerzo por adaptarse a las realidades sociales y a las necesidades de colectivos discriminados o en riesgo de abuso, pero el desafío sigue siendo garantizar una protección efectiva y coherente para todos aquellos que requieren una tutela reforzada en el ámbito penal.

Tutela penal de las personas vulnerables