A pesar de los logros de la integración europea a lo largo de su historia, la Unión Europea carece de un fundamento normativo capaz de articular el interés general de los Estados miembros y de sus ciudadanos. Este problema repercute negativamente en la legitimidad democrática de las instituciones europeas y también afecta al funcionamiento de las democracias de los Estados miembros.
El origen de este problema radica en la insuficiencia de nuestra concepción actual de democracia y en su vinculación al Estado nación. La solución requiere de una revisión de las premisas centrales de la democracia moderna, sobre todo el nexo entre la voluntad general de Rousseau y la comunidad nacional. Basado en la crítica de Hegel sobre Rousseau, este libro examina los impactos sobre el modelo de democracia, en cuanto la voluntad general quede definida en términos hegelianos. Se hace visible que el fundamento del Estado hegeliano permite razonar la democracia más allá del Estado-nación. Este concepto es más viable en el contexto de la integración europea y resuelve las insuficiencias de la democracia nacional.