¿Fue la independencia eslovena ese proceso modélico, democrático y pacífico que se presenta habitualmente? Un nuevo Estado para un nuevo orden mundial recoge las claves que desmontan esa imagen idealizada del proceso soberanista esloveno y lo sitúa en el contexto histórico del final de la Guerra Fría y la crisis yugoslava.
Escrito con la pretensión de servir tanto a un público universitario como al lector interesado en la historia reciente de Europa, este libro reflexiona sobre las transformaciones políticas emprendidas por las élites comunistas eslovenas en los años ochenta y la creación del nuevo Estado, consumada en 1991. En el análisis se consideran los factores sociales que propiciaron la independencia, el papel del nacionalismo basado en la lengua y el egoísmo económico, las diferentes facciones políticas implicadas y la participación de las potencias europeas, que asumieron y justificaron el camino emprendido por el pequeño país.
La independencia de Eslovenia jugó un papel histórico importante en la llegada del nuevo orden mundial a Europa, siendo el episodio que prendió la mecha de la desintegración de Yugoslavia y que sirvió de modelo para los nuevos Estados fundados sobre el nacionalismo étnico excluyente. Como tal, anticipó la violencia que se prolongó durante los años noventa y fue el laboratorio para las intervenciones internacionales en la región.