Tácticas técnicas y protocolos para las fuerzas y cuerpos de seguridad. Un estudio de la praxis profesional, desde un análisis jurídico, sociológico y operativo
Tanto la protección derechos y libertades como la garantía de la seguridad ciudadana vienen recogidas en la Constitución Española de 1978, en su art. 104.1, que dispone lo siguiente: “Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad bajo la dependencia del gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”. Para ello, en su art. 104.2 establece la forma de llevarlo a término: “Una ley orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. En cumplimiento de dicho mandato constitucional se desarrolló la Ley Orgánica 2/1986, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Asimismo, entre las leyes que regulan la labor policial junto con la anterior Ley Orgánica, destacamos la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de Seguridad Ciudadana y la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Se trata de una normativa legal que, en su conjunto, recoge los principios básicos de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y aspectos normativos relacionados con la actuación policial en la que pueden verse afectados derechos fundamentales de los ciudadanos. Partiendo de dichos principios y aspectos normativos es necesario, para el trabajo operativo que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, el desarrollo de tácticas, técnicas y protocolos de trabajo que establezcan pautas y criterios concretos de actuación en un ámbito tan amplio y complejo como es la intervención policial.
Un nivel de concreción como el que se busca con la reacción de manuales y programas, donde se desarrollan tácticas, técnicas y protocolos de trabajo específicos para según qué tipologías de intervención policial, requiere un ámbito metodológico y conceptual que, desde distintas áreas científicas, pueda abarcar una casuística profesional dependiente de muchos factores interrelacionados entre sí. Para ello se ha partido de las Ciencias Jurídicas, Sociológicas y Policiales, así como conocimientos prácticos procedentes de ámbitos deportivos como la Defensa Personal Policial, entre otros.