Como todo rito, las prácticas oraculares antiguas contribuían a explicar y modelar el mundo. Funcionando como discursos ideológicos particularmente eficaces, legitimaban decisiones políticas de todo tipo, pero también servían de válvula de escape en momentos de incertidumbre y ayudaban a comprender fenómenos que escapaban a la experiencia sensible de los individuos de la época.
Mejor estudiadas en lo concerniente a las sociedades clásicas, en este libro se profundiza en el análisis de las prácticas oraculares en el territorio hispano a lo largo de toda la Antigüedad, lanzando sobre el tema trece miradas que, desde distintos posicionamientos de partida, se solapan y complementan para componer un mosaico acorde con la realidad poliédrica estudiada. Lejos de asumir de manera apriorística supuestos particularismos hispanos, en el presente volumen se exploran los posibles matices y desarrollos endógenos rastreables en el extremo occidental del Mediterráneo.