Una piedra angular en los debates entre la ética y la estética, en las relaciones que mantienen el bien y el mal, el alma y el cuerpo, el arte y la vida.
«Degeneramos en espantosas marionetas, obsesionados por el recuerdo de pasiones ante las que tuvimos demasiado miedo, y ante las exquisitas tentaciones a las que no tuvimos el coraje de ceder. ¡Juventud! ¡Juventud! ¡No hay absolutamente nada en el mundo más que la juventud!»
Oscar Wilde, Dublín, 1854 -1900.Novelista, poeta, crítico literario y autor teatral de origen irlandés, gran exponente del esteticismo, Oscar Wilde conoció el éxito desde sus comienzos gracias al ingenio punzante y epigramático que derrochó en sus obras, dedicadas casi siempre a fustigar a sus contemporáneos. Defensor del arte por el arte, sus relatos repletos de diálogos vivos y cargados de ironía provocaron feroces críticas de los sectores conservadores, que se acentuaron cuando Wilde fue acusado y condenado por su homosexualidad, lo que originó el declive de su carrera literaria y de su vida personal.
Entre sus obras destacan las cuatro comedias teatrales El abanico de lady Windermere (1892), Una mujer sin importancia (1893), Un marido ideal (1895) y La importancia de llamarse Ernesto (1895), El fantasma de Canterville o El retrato de Dorian Gray, su única novela.