Las nuevas tecnologías evolucionan de forma exponencial y a un ritmo tan rápido que dificultan la adaptación de nuestras estructuras socioeconómicas y jurídicas al contexto en el que deben desplegar su eficacia.
Las relaciones entre los individuos sobrepasan el esquema regulatorio tradicional, y si bien abren nuevas oportunidades fruto de las resurgidas relaciones peer to peer, lo hacen en un contexto legal inseguro y económicamente ambivalente. En él y en relación con el fenómeno de la economía colaborativa, es preciso diferenciar las heterogéneas relaciones que se dan a través de las plataformas digitales y el distinto tratamiento legal que se les deba dar en virtud del papel que asuman los sujetos intervinientes en una relación en concreto y en el conjunto de relaciones que se desarrollen por un sujeto o en una plataforma.
Este cambio global afecta, sin ninguna duda, también y de manera muy relevante al modo en el que se articulan las formas de trabajo. El desarrollo tecnológico ha originado novedosos hábitos sociales y de consumo que han conformado un contexto socioeconómico diametralmente diferente, al que se deben adaptar las relaciones laborales.
En este escenario voluble, el propósito de esta obra es aportar claridad no solo en el diagnóstico, sino también en las soluciones con el fin sobre todo, de ayudar al legislador a proveer normas que anticipen y reconduzcan algunas de las desviaciones negativas del fenómeno que ya se han puesto de relieve, centradas sobre todo en la precarización laboral, la exclusión de la normativa de protección de los consumidores, los ámbitos de la respectiva responsabilidad contractual, la competencia desleal o la evasión fiscal.
