La herencia de Alice Somerville descansa sepultada bajo el suelo pantanoso de los Highlands escoceses: dos motos Indian Scout de la Segunda Guerra Mundial que su abuelo dejó enterradas al término del conflicto bélico. Tras muchas paladas, queda al descubierto algo que nunca debería haber estado ahí, el cuerpo de un joven con dos agujeros de bala. Karen Pirie, responsable de la Unidad de Casos Históricos de la policía de Escocia, acude al lugar de los hechos, y confirma sus peores presagios, el cuerpo y las dos motos no tienen nada que ver. En realidad, nada está donde debería, y nada es lo que parece. Karen no tardará demasiado en comprender que no todo el mundo comparte su deseo de justicia, o siquiera la idea de lo que esta debe ser.
Una herencia maldita y los Highlands escoceses como telón de fondo.