En nuestra profesión del periodismo es habitual encontrar una cierta melancolía que se regodea en el recuerdo del pasado y critica constantemente el presente y más aún si cabe el futuro. Pero los que somos periodistas de vocación, los que tenemos voluntad, entendimiento y corazón entregados a la nobilísima causa de contar la verdad para hacer del mundo un lugar mejor, sabemos que el periodismo sigue vivo y que los problemas que lo horadan no se diferencian tanto de los que experimentaron nuestros predecesores. En resumen, cualquier tiempo pasado no necesariamente fue mejor, sino simplemente anterior.
Es precisamente esta la sensación que le quedará a usted, querido lector, después de disfrutar de esta excelente recopilación de escritos periodísticos de Chesterton que ha llegado hasta sus manos. Porque lo que descubrirá en estas selectas páginas de la historia del periodismo es que Chesterton bien pudiera ser un periodista del siglo xxi, que los problemas que él denuncia son exactamente los mismos que los que nosotros denunciamos y que la lupa de la ética a la que somete la realidad sigue funcionando a la perfección más de cien años después.