Desde hace al menos dos décadas, la noción de «hate crime» (delitos de odio) comenzó a difundirse en el mundo anglosajón como una nuevo concepto explicativo de los «delitos contra la sociodiversidad» (racismo, sexismo y xenofobia). En España, la difusión de la idea de odio como origen causal de este tipo de delitos ha llegado hace poco más de un lustro. Al atribuir la acción delictiva a una dimensión emocional subjetiva, la carga de la prueba recae en el sujeto. Otro error mayúsculo. El odio es usado como una idea fetiche similar a la de desviación. Seguimos sin aceptar que el delito es un acontecimiento social en el que todos estamos involucrados. Un acontecimiento que cambia con el contexto social que lo define. Ni la desviación, ni la emoción, ni la biología lo explican.
La sociodiversidad ha sido atacada desde hace siglos y esas agresiones no han sido consideradas siempre delito; es más, hasta hace pocas décadas eran legítimas y legitimadas por la sociedad. El cambio de delitos en derecho en el marco de los derechos humanos es el eje de la reflexión. Este libro es un estudio sobre los «delitos contra la sociodiversidad» observados a la luz de las transformaciones de la explicación del delito que ha dado la criminología, la sociología y la psicología. Un punto de partida crítico para aquellos que trabajan en el ámbito de la criminología o de la seguridad.