¿Cómo llegó el socialismo a Granada? ¿Quiénes fueron sus primeros militantes? ¿Cuándo se constituyeron las primeras Agrupaciones socialistas? ¿Qué inquietudes tenían?
Este libro analiza, con abundante documentación, como en el marco de una Granada devastada por la crisis agraria finisecular y azotada por inundaciones, terremotos y epidemias de cólera, un grupo de obreros conscientes se relacionó, a principios de la década de 1870, con el pequeño núcleo marxista madrileño del que surgiría el PSOE, fundó la Asociación del Arte de Imprimir de Granada en 1882 y, reuniéndose en el café de la Mariana, preparó concienzudamente el Primero de Mayo de 1890. De este grupo, encabezado por el sombrerero Antonio Lastra, surgió un año después la Agrupación socialista granadina, que hizo su presentación pública mediante un manifiesto A los obreros de España en general y en particular a los de Granada.
Se describen en el libro los esfuerzos de aquellos primeros socialistas en organizar a los trabajadores en sociedades obreras, la creación del Centro Obrero socialista de la calle Hospital de Santa Ana y las disensiones que se produjeron en el seno de la Agrupación motivadas por las relaciones con los republicanos que terminarían con la expulsión de algunos de los fundadores. Los conflictos internos determinaron la marcha anómala de la Agrupación que no superó los cinco años de vida. Mientras, en la provincia se formaban las Agrupaciones de Albuñol, Huétor-Tájar, Moraleda de Zafayona y Algarinejo que tampoco sobrevivieron mucho tiempo a la dureza de hacer política en un medio rural dominado por el caciquismo monárquico.
Así pues, el libro muestra que el Partido Socialista de Granada comenzó su frágil andadura impulsado por las ilusiones del Primero de Mayo de 1890, para diluirse al poco tiempo y, como el Guadiana, renacer con un vigor que lo convirtió en la primera fuerza política de la provincia durante el siglo XX.