La importancia de la nutrición queda fuera de cualquier discusión en el momento actual. Los países desarrollados, que han fomentado la universalización de la educación y de la sanidad, centran parte de sus objetivos en la sensibilización y en la necesidad del desarrollo de una vida saludable. Los resultados son evidentes: el aumento de la esperanza de vida y de la calidad de ésta.
Esta investigación resalta la importancia de una formación integral que no sólo se ocupe de la alimentación, sino también de otros aspectos que guardan una estrecha relación: nutrición, cuidado del cuerpo, actividad física, higiene o protección frente a diversas patologías alimentarias. Y, en este sentido, la familia y la escuela son los dos referentes pedagógicos principales en el desarrollo de una educación para la salud, siendo en estos primeros años el momento de sentar las bases para el posterior desarrollo, que se prolongará durante toda la vida. Para dar respuesta a esta realidad se presentan sendas Guías de educación para la salud, mediante las cuales niños y jóvenes puedan asimilar y acomodar estos aprendizajes de una manera más significativa, mediante la pedagogía del juego, el aprendizaje activo y la motivación.