¿Cómo debe ser pensada en general la norma jurídica para poder pensarse con coherencia en la esencia normativa y por tanto en el contenido preceptivo del negocio? El problema expresado por esta pregunta no es por cierto solo aparente. En efecto, según los caracteres atribuidos a la norma jurídica, será o no será posible hablar coherentemente de una norma jurídica negocial.
Sin duda, en el pensamiento de los más lógicos y documentados defensores de la concepción normativa del negocio, debe estar presente un modo distinto de concebir -y diré casi también de sentir- el paradigma de la normatividad frente a los que sostienen las concepciones contrarias.