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No basta ser solo republicano. Antología de textos

ISBN: 9788416770113

El precio original era: 20,00€.El precio actual es: 20,00€. 19,00 IVA incluido

Peso 0,4 g
Fecha de edición 21/02/2020
Número de Edición

1

Idioma

Formato

Páginas

228

Lugar de edición

SEVILLA

Colección

CLÁSICOS E INÉDITOS DEL DERECHO PÚBLICO ESPAÑOL

Encuadernación

La figura de Luis Jiménez de Asúa, presidente de la II República en el exilio,es una de las grandes olvidadas de nuestra democracia. Su faceta de penalista es solo relativamente conocida en España, sobre todo si se compara con la veneración que recibe en otros países de habla hispana, pero el importante papel que desempeñó en la política no ha recibido la atención que merece. El jurista, escritor, abogado y profesor madrileño fue un actor político de gran trascendencia en la historia de España de buena parte del siglo XX, desempeñando labores fundamentales, no solo en la oposición a la dictadura de Primo de Rivera, sino también en la construcción de la II República y en el mantenimiento de las instituciones republicanas en el exilio. Para paliar este injusto olvido, Enrique Roldán Cañizares ha recuperado una veintena de sus textos de contenido político, que sirven para conocer el pensamiento del penalista de habla hispana más importante del siglo XX, así como para sumergirse en el estudio de uno de los periodos más apasionantes de la historia reciente de España.

Luis Jiménez de Asúa Fue catedrático de derecho penal, miembro del PSOE y una figura fundamental en la arena política española durante la dictadura de Primo de Rivera, la II República y el periodo del exilio de las instituciones republicanas. Tras encontrar la vocación en la investigación y la enseñanza del derecho penal, obtuvo la cátedra luego de doctorarse y realizar varias estancias de investigación en Europa. Al volver a España comenzó a luchar activamente contra la dictadura de Primo de Rivera, para posteriormente convertirse en diputado del PSOE durante las tres legislaturas del periodo republicano. A causa de su activo papel durante la II República, una vez que se consumó la instauración del régimen franquista se vio obligado a instalarse en Argentina, donde además de convertirse en una referencia internacional dentro del derecho penal, llegó a ser Presidente de la II República en el exilio, cargo que ostentó hasta el día de su muerte.