Uno de los mayores retos del siglo XXI es encontrar formas efectivas para el combate a la corrupción. De un lado, eso demanda de los Estados la reformulación de sus sistemas jurídicos y, de otro, que las autoridades replanteen su forma de actuar más allá del Derecho y sus instituciones. Este libro se relaciona directamente con esta segunda perspectiva y ello porque no basta con que sea jurídicamente posible la resolución negociada de los casos de corrupción: es necesario que las partes, de hecho, sepan negociar.
Desde esta perspectiva, este trabajo tiene una relevancia singular. A partir de una sólida fundamentación teórica, en ella se presentan los elementos estructurales de la negociación; en concreto, los elementos fundamentales, los instrumentales y los sustanciales. Hay que destacar que en esta construcción se sigue un abordaje crítico-expositivo a partir de las principales corrientes teóricas sobre la negociación: la teoría de los juegos y su racionalismo matemático, el racionalismo distributivo-integrativo y las teorías de sesgo psicológico. Siendo así las cosas, esta obra debe de ser una herramienta de investigación constante para todos aquellos que se dedican a negociar cuestiones complejas, entre ellas las relacionadas a la corrupción.