La negociación se encuentra presente en toda etapa personal y profesional de la vida. Si bien, la impronta personal negociadora es una característica inherente a cada uno, existen ciertos parámetros y guías estructurales que organizan el ropaje exterior en que esa impronta sea manifestada.
El presente trabajo intenta sumar, desde una posición pragmática, elementos considerables a tener presente en toda negociación cualquiera sea su ámbito.
Por su parte, la vinculación directa entre el método negociador y la programación neurolingüística en el esquema planteado, ofrecen una herramienta de vital importancia para el lector en su reflexión personal, lo que le permitirá adaptar a su realidad los recursos aquí dispuestos y situarse desde una postura racional en el escenario negociador.