Finalmente, La Nación de las Plantas, la nación más importante, extendida y poderosa de la Tierra, toma la palabra. ‘En nombre de mi relación durante décadas con las plantas, imaginé que estos queridos compañeros de viaje, como madres cariñosas, después de hacer posible la vida sobre la tierra, se disponen a ayudarnos al comprobar nuestra incapacidad para garantizarnos la supervivencia. ¿Cómo? Sugiriendo una constitución real sobre la cual construir nuestro futuro de seres respetuosos con la Tierra y el resto de seres vivos. La constitución consta de ocho artículos pues ocho son los pilares fundamentales en los que se basa la vida de las plantas y, por lo tanto, la vida de todos los seres vivos.’
La nación de las plantas
ISBN: 9788417971557
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Fecha de edición | 04/03/2020 |
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Número de Edición |
1 |
Idioma | |
Formato | |
Páginas |
120 |
Lugar de edición |
BARCELONA |
Colección |
ENSAYO GALAXIA GUTEMBERG |
Encuadernación |
Patricia Benito (Las Palmas, 1978). Nací en una isla y no sé nadar. He vivido en tres ciudades, nueve hogares y alguna casa. Me he enamorado una vez. He bajado corriendo de un tren en llamas y he visto explotar una bomba. No creo en las cosas que duran para siempre. O sí, no lo sé. Las fresas, con leche condensada. Cada cierto tiempo necesito cambiar cosas de sitio, ya sean muebles, personas o toda mi vida. Si no viajo, no puedo respirar. Tengo incontinencia sentiverbal. Me pierdo en cualquier atardecer, a ser posible con mar. Prequiero demasiado rápido y desquiero demasiado lento. No recuerdo la última vez que me dormí pronto. Mido el tiempo en medias cervezas y no hago planes a más de cerveza y media. Lloro en las manifestaciones cuando oigo a Labordeta. Te necesito cerca, pero no encima. Siempre voy con el más débil. No imagino un mundo sin queso ni chocolate. Casi siempre es mejor dar que recibir, y no estoy hablando de sexo; no sólo de sexo. La reina de mi casa es una gata coja que no para de ronronear. La empatía debería mover el mundo, no sólo el mío. Si has leído hasta aquí, te puedes quedar.