Vivimos en un mundo cada vez más globalizado debido principalmente al desarrollo tecnológico y al aumento de la movilidad, lo que ha multiplicado las interacciones entre personas de diferentes culturas. En este contexto, el inglés se ha postulado como idioma internacional o lengua franca.
Este hecho ha influido decisivamente en el ámbito educativo, donde se ha tenido que abordar la enseñanza de idiomas desde un punto de vista menos local, incidiendo en el desarrollo de habilidades interculturales y de concienciación cultural. De esta manera, la idea de que la lengua y la cultura son interdependientes ha vuelto a cobrar fuerza y la cultura se ha convertido en foco de atención académica.
Este renovado interés se puede constatar en la multiplicidad de estudios sobre el tratamiento que recibe la cultura en los libros de texto. Existe un abundante cuerpo de literatura al respecto, ya que se han acometido estudios de manuales de diferentes idiomas y niveles, en diversos países y con distintas metodologías, entre las que predomina el análisis de contenidos.
Por otra parte, puesto que la mayoría de las investigaciones han puesto de manifiesto que la enseñanza cultural que transmiten los libros de idiomas es ampliamente mejorable, por ser demasiado superficial, una nueva corriente propone el uso de material audiovisual, series y películas en concreto, para complementar la enseñanza cultural y promover un aprendizaje cultural integrado y significativo.